- No hay manjar que no empalague ni vicio que no enfade.
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Enseña que todo, por placentero que sea, acaba por cansar. Así, Olla todos los días, a un santo cansaría, o A la larga, lo más dulce amarga. Lo decía Salomón: «El alma saciada desprecia el rayo de miel.».
Diccionario de dichos y refranes. 2000.